Cuando nuestro cuerpo asume un peso mayor del que necesita favorece la aparición de muchas enfermedades, sobre todo las cardiovasculares, como la hipertensión y el colesterol. Y no sólo eso, además provoca un estado de ánimo negativo y un bajo tono vital, de manera que al perder el excedente de peso recuperamos el bienestar, la salud y la imagen que deseamos tener.
Cuando decidimos perder peso, debemos ponernos en manos de un profesional. Así, el control médico es imprescindible para poder realizar el tratamiento. El médico prescriptor fijará los objetivos de pérdida de peso, comprobará el estado metabólico del paciente y descartará posibles contraindicaciones.
Existen varios métodos para perder peso, se divide en tres etapas: Activa, Reeducación Alimentaria y Mantenimiento.
En la primera de ellas, llamada Etapa Activa, cuya duración varía según el peso que se precisa perder, se elimina hasta el 80% del sobrepeso gracias a la combinación de productos proteicos específicos con los alimentos permitidos.
En esta etapa el paciente entra en un estado de cetosis controlada, en el que el cuerpo gasta la energía de reserva debido al bajo aporte de grasas e hidratos de carbono, y pierde peso a expensas de la masa grasa, preservando, en cambio, la masa muscular.
En la siguiente etapa, de Reeducación Alimentaria, se va perdiendo el peso restante (20% del peso objetivo) mientras se introducen de forma progresiva en la dieta todo tipo de alimentos y, tan importante como esto, se adoptan nuevos hábitos dietéticos y de estilo de vida que ayudarán a mantener el peso conseguido a largo plazo. Durante la última etapa, la de Mantenimiento, se realiza un seguimiento periódico del paciente para ayudarle, una vez alcanzado el normo peso, a mantenerse en su objetivo a largo plazo.
Esta etapa se adapta a las características energéticas de cada paciente y combina los alimentos tradicionales con productos de Mantenimiento.
Centro de Endocrinología y Nutrición